No soy plástico

Soy piel y entrañas

Inocencia arrancada a mordiscos

Astucia que no cesa

No soy falsa modestia



No soy madera

Soy miedo a la quietud

Y al miedo

A las raíces, a la sinrazón, al tiempo


No soy fuego

Soy rabia y arena

Sirena varada entre tus piernas

Saliva, sudor, sangre

células muertas

No siento pena


No soy agua

soy tierra

Ruido en los pies y en la cabeza

Tripas abiertas

Ideas que no cesan


No soy aire

soy viento

a veces soplo de lado y te aparto

a veces te empujo y otras te atraigo hacia mi lado

soy veleta adicta al movimiento


No soy barco

soy puente

Estructura fija que no se deja llevar por la corriente

Soy insolente


No soy paz

soy violencia

soy guerra interna, contradicción

soy impaciencia


No soy lluvia

soy tormenta

que mata, que bate las olas y las alas

soy elemento

soplido gélido como de invierno

No más lamentos



Curriculum Vitae





Licenciada en malas artes y en dejar todo a medias
El culo pelado de llamar a puertas que se cierran
Experiencia en callarme cuando hay que decir cosas importantes
y un nudo en la garganta al hablar en público
300 horas de prácticas en el bar de la esquina
Tengo los dedos arrugados de echarte de menos
mariposas muertas en el estómago
(cualquiera conoce la fragilidad de las mariposas)
Permiso de conducción hasta tu vientre
Me estoy sacando el carnet de manipuladora
para ver si te engaño y te vienes conmigo.
Bipolar y tripolar e histérica perdida.
3 meses en un frenopático porque no contestaste a mis llamadas
una discapacidad emocional que me impide quererte.
Experiencia profesional en cambios de opinión
Múltiples jornadas pegada a tu cuerpo como una lapa
técnico superior en equivocarme
Diplomada en tocarte
Máster en sacarte los colores
Titulada en hablar más de la cuenta
y el corazón desviado hacia tu puerta
Graduada en la escuela de quienes no se atreven a decir las cosas a la cara,
y prefieren las cartas
Postgrado en ya te llamaré y estamos en contacto
Formación continua en cagarla
Curso homologado de dejarlo todo para mañana
Imprecisa, e imperfecta
Buena presencia,
Vehículo impropio
Disponibilidad inmediata


Tan tan cursi

Llevo años apuntalando el corazón, fijándolo al suelo para que no se mueva. Blindándolo, sellándolo, rodeándolo de fosos, amurallándome el pecho. Hace ya tiempo que no dejo que penetre la luz en mis entrañas, por miedo a la ceguera.
Hace como un siglo que desaprendí a querer, y a dejarme querer, y a que me hieran. Hace como dos siglos que me suena cursi el amor y que no entiendo las bodas ni las frases con boli en las carpetas.
Así que ahora de un golpe es imposible tirar tantas murallas, lo que si puedo es abrir un poco la ventana, y dejar que entre la luz de tu mirada.

Vida

Se va la vida a borbotones por los desagües de la posmodernidad.
Tan densa, tan obtusa, tan improcedente. Se sale la vida por los costados. Se redefine, se ubica, se contrae al tacto de la gente. Involuciona algunas veces... otras crece nerviosa. La vida se contagia de fuego y olores, constata que es vida cuando la tocas. Se antoja precisa, precisamente vida.
Se le dilatan las pupilas para verlo todo de cerca, olfatea, araña, mata y muere. Comparte, sueña, voltea la cara para ver pasar los instantes. Escuece. La buena vida.

Yo payasa



Soy payasa porque me gustan las miradas abiertas, las sonrisas, la gente... porque crezco cuando fracaso y porque pierdo el miedo a mis defectos.
Soy payasa porque la vulnerabilidad me hace fuerte, porque amo la vida y las miradas ajenas me hacen de espejo.
Porque ni juzgo ni me juzgo y miro desde dentro. Porque me brilla la mirada y apuesto por la franqueza. Porque no me digo no, me digo sí. Porque puedo intentar mil veces la misma cosa y de mil maneras distintas. Porque me crezco en el ridículo. Porque no temo sentir ni temo ser. Porque no temo mostrar lo que llevo dentro y me gusta mirar a los ojos.
Soy payasa porque soy un ser sensible que se emociona. Porque me gusta que me pasen cosas, cosas por dentro y cosas por fuera. Porque prefiero sentir que pensar. Porque prefiero ser que estar. Porque prefiero las personas a las cosas.
Soy payasa porque no se ser otra cosa.

Sujeto omitido convertido en objeto de forma directa. Perífrasis que no dicen nada. Exclamaciones.  Interrogaciones. Tildes. Futuro imperfecto. Palabras llanas, palabras agudas. Presente continuo. Trabalenguas o lenguas que se traban. Nexos. Versos. Prosa.
Puntos suspensivos.

Agnosia de movimiento

1, 2, 3 quiet
El mundo está hierático, sin base neurológica se ha quedado quieto, y sigue girando. Hay algo imperceptible en lo que digo y hago. Mato por el fuego. Por la sal. Por bañarme desnuda y olvidarlo para volver a hacerlo como algo  casi nuevo. No me fumo las penas ni me las bebo. Me bebo las sonrisas, salvo alguna que guardo como un as en la manga para los días de frío. Y si no manga corta. Tengo hormigas en el pelo, de tumbarme en el campo. Cazadores o recolectores entre las piernas. Sangre templada. Miedo a lo de siempre y a lo de nunca. Y alergia al polen. Aunque me gustan las flores.

yo hembra

Nací de una costilla y durante siglos no tuve alma. El placer sexual me fue negado. Fui creada para dar placer e hijos. Durante mucho tiempo pedí permiso para trabajar, salir, pensar. Continúo haciéndolo en algunos lugares... No voté hasta hace unas pocas décadas y sigo sin hacerlo en más de la mitad del mundo.
Me llaman puta cuando digo que sí y me llaman puta cuando digo que no.
Cuando creo hago libros para mujeres, o cine para mujeres o arte para mujeres.
Gano menos porque valgo menos.
Recibo miles de mensajes al día sobre como debo ser, vestir, oler... Esculpo mi cuerpo a imagen del papel cuché que otros me venden.
Soy moneda de cambio o mercancía aquí ahí y allí.
Tengo el oficio más antiguo del mundo y sin embargo no es trabajo sino esclavitud casi todas las veces.
Solo beso a mujeres para provocar a  los hombres.
Cuando camino sola me aterran las sombras en la noche. Una de cada tres fue sucumbida por una de esas sombras.
La historia del hombre no me incluye.
Nací de una costilla y no de un vientre como el mío.
Tres tristes zorras comían coca en un lavabo. El cielo estaba enladrillado y Pablito se sacó el clavito como pudo. Ibuprofeno y otras drogas legales. Guerra estaba en la parra, y la muy perra no pensaba pagar las copas. ¿Cómo queréis que se quieran si no saben lo que quieren? Paco peco chico rico le gritaba como loco a Federico ¡quiero un pico! El perro de San Roque lo ha cortado, mierda... Toma chicha que es de Soacha pero no te embuches mucho porque la chicha emborracha.
Tres tristes camellos pasaban mierda en la M30.

Imposibles al destierro


Dificil es un reto,  no que no pueda hacerse. Primero una ha de saber que quiere. No. Primero ha de saberse lo que no se quiere. Empecemos de nuevo.
Si es dificil es más divertido.
Hay dos tipos de personas, las que hacen y las que miran. Generalmente las generalizaciones son abominables.
Las personas actoras no esperan a que llegue el momento, crean el momento y así llega. Las personas creativas son creativas porque crean.
Las personas que crean también miran a veces, pero menos rato, o miran mientras hacen.
Hay que dedicarse a desterrar imposibles.
Primer imposible desterrado: no puedes ser quien quieres ser.
Segundo imposible desterrado: no puedes hacer lo que quieres hacer.
Tercer imposible a desterrar: Las cosas se tienen que hacer de una forma determinada.

Veo la belleza de este caos, mi caos, este texto que no tiene razón de ser salvo que está escrito.
Me he comido la estructura y ahora la estoy digiriendo.
No tengo intención de corregirlo ni de corregirme. Vaya, soy incorregible...
Y hago porque me gusta hacer, pero si espero gustarte no voy a gustarme, y eso es pecado capital hasta para una atea.
Este texto es solo una masturbación pública así que no espera caramelitos:
quebuenaeresquebienescribesvayacuantotransmitesmehaspuestolospelosdepunta.
Quizás algún me has hecho perder 3 minutos de mi valioso tiempo (bueno la culpa es tuya por leer despacio)
Gustosa estaría, querida lectora, de invertir 3 minutos leyéndote, a ti que miras y que seguro que también creas aunque te hayan educado como espectadora. Hablo en femenino porque eres una persona, persona mujer o persona hombre, eso es lo de menos, pero persona al fin y al cabo.
Y llegado el climax siquiera voy a acabar el texto, sacrilegio académico obviar el punto final



Dicen


Dicen que las personas somos cada vez más individualistas, que cada cual va a lo suyo y que no nos importa a quien pisar por estar arriba. Que el mundo enferma porque la sociedad está enferma. Que el Dios Dinero que todo lo puede tiene cada vez más adeptos. Que el ser humano es egoísta por naturaleza. Que el afán de posesión supera al amor, a la fraternidad y a la solidaridad.
Dicen muchas cosas pero no todas ciertas.
La sociedad no está enferma, está presa. Atada de pies y manos por un sistema obsoleto.
El sálvese quien pueda y el consumismo como vía de escape nos abocan a la autodestrucción.
Es complicado no sucumbir al consumismo cuando se trata de una de las pocas formas de realización que el sistema permite. Cuando el tener se ha convertido en el ser.
Con el tiempo las personas nos hemos ido convirtiendo en consumidoras pasivas ajenas a nuestro proceso evolutivo.
La coherencia se complica.
Ser coherente o  un ser adaptado al medio, no hay mucha más elección.
Producción en cadena de seres infelices, obsolescencia programada de sueños.
Reducir conciencias, Reutilizar personas, Reciclar ideas caducadas.
Medios de comunicación fabricantes de mentiras edulcoradas y verdades agrias, multinacionales omnipotentes, leyes que protegen a las cosas. Las personas son cifras, la naturaleza bienes de explotación, el mercado de valores vale más que una vida. La industria farmacéutica es solo una industria. Las enfermedades un negocio. El sistema una mierda.

¡¡El sistema se cae, démosle una inyección al sistema!! (Inyección letal)




Réquiem por La China

La China tenía 19 años, 3 hijos y una cazuela con agua caliente. Manuel se marchó, borracho, tras el último embarazo y una paliza, por puta, que dolió más por dentro que por fuera.
La China no era china, ni era puta ni era casi nada. A la China la preñó su primo tras violarla, con 14 años, y la echaron de casa, por puta. Y así conoció a Manuel, en la puta calle.
Que Manuel la pegara un poco menos que su padre y que fuera un poco menos borracho también, le hizo quererle mucho. Ahora Manuel se había marchado dejando tres críos muertos de hambre y uno que venía seguramente muerto de hambre también.
A la China la venían llamando puta desde los 14, así que de tanto a oírlo, cuando nació el cuarto crío, y viendo que tenía las tetas bien secas, se metió a puta. Le fue bien a la China, que era guapa, flaca y joven, e irónicamente dejaron de llamarla puta. Los críos dejaron de ser muertos de hambre, y después del quinto, la China se ligó las trompas. Y ahora en lugar de palizas los hombres le daban dinero y el aliento a vino solo tenía que soportarlo en el trabajo.
Manuel volvió a casa y La China no estaba, y preguntó en el pueblo y le dijeron que vivía en el Club, y allá que fue a sacarla de los pelos. Pero la China ya no le quería, ni por miedo ni por lástima, así que sacó las uñas y ya no volvió Manuel más al club sino como cliente, no de la China si no de otras pobres maltratadas por la vida.
La China cuando llegó a vieja era la más vieja de las de su edad pero seguía sonriendo. Y de los cinco hijos solo uno le salió borracho y solo una le salió puta, y los cinco adoraban a la China, así que era una vieja muy vieja pero muy feliz.
El día del entierro la Iglesia estaba llena de putas y borrachos que no cesaban de llorar y decían que la China seguro estaba en el cielo porque nunca hizo daño a nadie, que era la puta más digna que había habido nunca en el Club, y que era guapa hasta de vieja. La China desde el cielo sonreía enseñando los pocos dientes que le quedaban.

Nacimiento de Amor al Arte




Una tarde de comienzos de verano charlaba con una amiga alrededor de unas cervezas. Yo venía de Buenos Aires, ella de Berlín, dos ciudades inquietas. Y casualmente acabamos de nuevo en el punto de origen: Castro… y una vez más nuestras eternas quejas, de que aquí no hay nada que hacer que no sea eso, charlar alrededor de unas cervezas.


Así de pronto se nos ocurrió dejar de quejarnos, y formar parte activa del proceso. ¿Qué aquí no hay nada? Habrá que hacerlo entonces. Lo bueno que tiene la gente inquieta es que se rodea de gente más inquieta todavía. Y llamamos a algunos amigos, a algunas amigas, que como nosotras estaban aquí sin quererlo estar del todo (siempre he pensado que en Castro al igual que en África hay fuga de cerebros y las mentes que no quieren permanecer estáticas tienden a escaparse). De pronto además de algunos amigos o amigas veteranos, se añadió gente nueva, creativa, con iniciativa, brillante, que ahora forman parte de esa gente que no quieres que se marche de tu vida.


Le pusimos nombre a la historia, Amor al arte, por las ganas de crear y la distancia entre algo tan presente en casi todas nuestras relaciones como es el dinero.


Primero tuvimos que deconstruir, para poder después comenzar a construir. Deconstruir la idea de grupo cerrado, de hacer cosas a cambio de dinero, de tenerlo todo atado, de rutina, de jerarquías. Construir un grupo que se nutre del otro, en el que todos enseñamos y aprendemos y en el que no se juzgan las ideas, un espacio sin censuras, abierto a cualquier indicio de creatividad.


Han pasado unos meses desde entonces y además de todo lo que hemos hecho está todo eso que Amor al Arte nos ha hecho. Personalmente no hay día que pase sin que pare a pensar como modificar, que crear. Genero y comparto ideas con gente que a su vez hace lo mismo, y nuestra mente, como buen músculo, se fortalece y nutre. Hace bastante que no me da tiempo a aburrirme. Aprendo a interrelacionarme de otra manera, mediante un proceso creativo, en el que el espacio para juzgar no existe. Y a la vez aprendo a expresar y recibir críticas constructivas. Sigo aprendiendo (esto es infinito). Pero definitivamente lo mejor de todo esto es que ya no puedo decir “en Castro no hay nada”.